Diversos estudios[1] demuestran que los programas de educación emocional aplicados en centros educativos:

 

  • Facilitan el aprendizaje y mejora los resultados académicos (11% superiores)
  • Mejoran la convivencia y se reducen las conductas negativas en las aulas,
  • Mejoran la satisfacción y bienestar de alumnos y profesores,
  • Reducen los casos de conductas autodestructivas (drogas, alcochol, anorexia...)


 


[1] Fuentes:

 

Informe internacional de la Fundación Marcelino Botín (oct 2008)

Estudios realizados por C.A.S.E.L., fundación para el desarrollo de habilidades sociales y emocionales, creada en EE.UU por Daniel Goleman